domingo, 23 de septiembre de 2012

Adicción al tabaco


Según la Organización Mundial de la Salud el consumo de tabaco está relacionado con seis de las ocho principales causas de muerte, y es absolutamente prevenible.
Los cigarrillos y otros productos de tabaco están diseñados de manera muy sofisticada con el fin de crear y mantener dependencia o adicción.
Existe un importante factor adicional que promueve la epidemia y dificulta su control, la Industria Tabacalera, existiendo un real conflicto entre la industria y la salud pública.

La Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular determinó en el año 2002, que en Uruguay morían cuatro mil quinientas personas por año a causa del consumo de tabaco, causando doce muertes diarias, siendo cinco  de ellas por causa cardiovascular. Además el 90% del cáncer de pulmón es atribuible al tabaco.

A partir de 1998, la Junta Nacional de Drogas ha realizado una encuesta periódica sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas, en la que incluye el consumo de tabaco en la población de 14 a 65 años. Si comparamos las encuestas de 1998, 2001 y 2006 el índice de fumadores ha disminuido de 32,5 a 32,3 y 31,8.
Según la Encuesta Nacional de Prevalencia de Tabaquismo (ENPTA 2008), la población uruguaya de menores recursos es la que consume tabaco en mayor proporción y por lo tanto la que está recibiendo el mayor impacto de la enfermedad. Sin embargo en todas las áreas encontramos fumadores que desarrollan un grado de dependencia al tabaco: adolescentes, médicos, educadores, embarazadas, etc.

El humo del tabaco era antes de 2006 el principal contaminante ambiental en los lugares cerrados de uso público en Uruguay,  las 220 sustancias toxicas que lo componen pueden ser detectadas a más de quince  metros del fumador pudiendo persistir y acumularse en los ambiente por horas y días.  

La temperatura del humo respirado y exhalado es muy elevada y por lo tanto irritante. Entre las sustancias del tabaco, la nicotina, el alquitrán y el monóxido de carbono son generadoras de cáncer y de enfermedades cardíacas. La nicotina es la que  genera adicción,  y comenzar con el consumo de cigarrillo puede derivar en el consumo de otras drogas así como de alcohol.
El daño de la vías respiratorias permite la entrada de bacterias por lo que lo convierte en un producto tóxico, además de disminuir la capacidad y desarrollo pulmonar.
También se manchan los dientes, produce mal aliento, envejece la piel, logrando empobrecer la imagen personal.
Por otra parte existen condiciones que acentúan el consumo tales como,  la presión de grupo, la disponibilidad, la publicidad, la exigencia irracional de resultados deportivos, o ciertas actitudes como la curiosidad, y la experimentación.
Finalmente lleva a una erogación de dinero que no permite contemplar otras necesidades.

La prohibición de fumar en ambientes cerrados así como las advertencias sanitarias en los paquetes de cigarrillo hicieron pensar a la población sobre los riesgos de la salud.
El ejercicio físico contribuye al abandono de los hábitos tóxicos y el cambio en el estilo de vida se traduce en un estado de salud y condición física superior.
El favorecer un estilo de vida saludable, controlar la oferta y disminuir la demanda debe ser canalizado a través de padres, educadores, deportistas, técnicos, policía y políticos.

El vinculo con la droga, en este caso el tabaco, en primer instancia puede resultar como experiencia positiva en:  la relajación, sensación de fuerza,  disimulando el aburrimiento, la timidez, o la incapacidad.
Pero es  necesario desactivar esta dependencia psíquica,  y propiciar los cambios de conducta, controlar las emociones y lograr superar el aburrimiento, afrontar la ansiedad, tolerar la frustración, establecer relaciones sociales y mejorar el rendimiento deportivo.

Leandro Costabel

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