miércoles, 13 de junio de 2012

Opinión - Marcos Taborda



Muchas son personas que comentan sobre la inseguridad reinante hoy en día por las, los medios hablan sobre la situación que no da para más, los políticos, tal vez por intereses detrás, hacen campañas responsabilizando al gobierno de turno de la inoperancia en el tema y el aumento de muertes, se expande el miedo entre los ciudadanos.
Hay un tema del cual no se percibe que se tenga en consideración en la opinión pública, que no aparecen políticos abanderados en el tema que junten firmas ni propongan medidas para su solución. Los accidentes de tránsito, que según un estudio de la OMS en el año 2011, causa anualmente 16 muertes por cada 100.000 habitantes en el país, una persona muere cada treinta minutos a causa de los accidentes, somos los terceros en América en cantidad de muertes, en el que los involucrados son en su mayoría menores de 35 años, jóvenes con toda una vida por delante.
Sus causas son muchas, el mal estado de las calles, la mala señalización, problemas en los vehículos, pero el 96% de los casos se deben a la imprudencia humana, a la poca educación o poco respeto a las reglas de tránsito, la poca concientización por parte de la gente.
A la hora de buscar soluciones aparecen opiniones diversas,como por ejemplo la de Jorge Alfaro reconocido luchador en el tema de seguridad vial y actualmente conductor de un programa sobre el tema en Nuevo Siglo TV. Alfaro considera que hay un poco de impunidad en el tema, él da como ejemplo un país como Finlandia en el que las penas no tienen atenuantes, si un conductor comete una infracción, la paga con una décima parte de su sueldo.
Alfaro propone también el uso de la tecnología en colaboración con la seguridad vial, el uso del casco, del cinturón de seguridad, recuerdo sus discursos incansables en los que reclamaba el uso de los cinturones de tres puntas para las camionetas escolares que lamentablemente se hicieron obligatorias luego de aquel trágico accidente de la camioneta escolar en la que murieron niños.
Estaría bueno que algún día nos diéramos cuenta de las cosas antes de caer en el error  o en la imprudencia.
En el Uruguay se han endurecido un poco las penas, se ha aumentado el costo de las mismas pero en mi opinión esa no es la solución adecuada para este tema. La solución adecuada, la más correcta pero a su vez la más difícil es la educación.
 Es una tarea difícil y cansina generar conciencia en la gente se ve de vez en cuando en los medios a Alejandra Forlán una victima de estos siniestros demostrando su ejemplo apelando al recurso de la sensibilización de la gente.
Pero también surgen otras organizaciones que luchan contra este flagelo, una de ellas es UNASEV (Unidad Nacional de Seguridad Vial). Esta organización es la que mantiene registro de todos los siniestros, analiza las causas y busca aconsejar o brindar soluciones al tema.

Me comunique con UNASEV y me sugirieron consultar un link http://www.acau.com.uy/index.php?option=com_content&view=article&id=300:unasev-profundizo-campana-de-transito-seguro-en-la-circulacion-vial&catid=3:seguridad-vial&Itemid=4  en el que emite material de sensibilización como parte del plan de seguridad vial 2012 a través de frases tales como "el cinturón de seguridad te salva la vida y es obligatorio El casco protege la parte más vulnerable de tu cuerpo y es obligatorio. Consumir alcohol y conducir es una mezcla letal. La velocidad te puede quitar en un instante todo lo que creíste avanzar. Ver y ser visto”
Mundialmente tenemos buenos ejemplos a seguir como lo es Suecia en su plan “visión cero”. Consiste en la consigna de cero muertes en la ruta, obviamente esto es acompañado de educación y formación vial, prevención de riesgos laborales así como impulsar la conservación de carreteras y tecnologías móviles.
En nuestro país se están implementando grandes medidas que ayudaran sin dudas a disminuir los problemas pero tal vez no será una medida mágica que terminen con los accidentes. Para el año 2013 se hará efectiva la tan anhelada y discutida, libreta única nacional por puntos que posibilitará que un infractor que se le retire la libreta, no la pueda volver a sacar en otro departamento. La misma consiste en un sistema de puntos que se le acredita al poseedor, el que ante una infracción se le irán descontando puntos hasta que estos se le agoten. En ese momento al conductor estará pasible a una suspensión parcial o definitiva de la libreta.
Sin duda mundialmente se está trabajando para que el auto sea capaz de corregir al máximo los errores humanos como lo hace Bosch con su detector de fatiga
No caben dudas de que se debe trabajar mucho más en este tema, que tienen que surgir abanderados de renombre que encaren el tema de una manera adecuada, planificada, efectiva. Que se invierta más en esta temática, que se implementen tecnologías  mundiales. Pero por sobre todas las cosas, hay que generar conciencia y educación, en mi opinión esto es fundamental.

Marcos Taborda 1 T.I.

Opinión - Leandro Costabel

Por los graves hechos de violencia que se han originado  en torno al fútbol en nuestro país y dada la preocupación latente a nivel nacional sobre la existencia y crecimiento del fenómeno, es necesario  informar a la población, sobre su origen y consecuencias.
           La primera víctima en el Río de la Plata data del año 1924 a raíz de enfrentamientos entre argentinos y uruguayos. En el Hotel Colón de Montevideo donde se albergaban los argentinos un  joven uruguayo de 24 años recibió dos disparos en el cuello, su nombre  era Pedro Demby y murió a las veinticuatro horas de haber sido baleado.
Con el paso de los años la nómina de víctimas fue creciendo, teniendo su origen en diversos motivos que van desde peleas entre hinchas, pasando por errores policiales y hasta por fallas organizativas.
El 22 de septiembre de 1957 en un partido decisivo por el ascenso a la Primera División entre Sud América y Progreso, un hincha del primero Carlos Héctor Gómez, saltó para festejar el segundo gol de su equipo sin saber que sería lo último que viviría, ya que una horda de hinchas rivales cayó sobre Castro, con tal fiereza que los golpes recibidos determinaron posteriormente su muerte.
El 30 de septiembre de 1959 jugaban Liverpool y Danubio en cancha de los primeros. El clima era tenso porque estaba en juego el descenso. El árbitro culminó el primer tiempo con algunos pequeños incidentes entre parciales. A los 10 minutos del complemento el partido quedó trunco por una agresión al arquero local. A la salida del estadio se produjeron serios incidentes entre los que estaba involucrado Julio Calognil, quien falleció al recibir un impacto de bala.
El 16 de setiembre de 1963 cuando Nacional y Wanderers jugaban en el Estadio Centenario por el Campeonato Uruguayo se constató el siguiente episodio de violencia. Un hincha, en medio de la gresca perdió pie y cayó al talud sufriendo heridas que le ocasionaron posteriormente la muerte.
Otro incidente el 19 de septiembre de 1992. Esta vez el hecho de muerte se produjo en un partido de la "B", entre Basáñez y Villa Teresa (que después generó la paralización de la actividad). Al terminar el partido  en las afueras del estadio, se originó una gresca entre ambas parcialidades. Un coracero que intentaba reprimir los hechos atropelló con su caballo al ex jugador Wellington "Chumbo" Castro, quien cayó al piso.
El  12 de junio de 1994  en un clásico en el Estadio Centenario, previo al encuentro un  hincha de Nacional de 16 años, Walter De Posadas, fue prácticamente degollado por un parcial identificado con camiseta de Peñarol cuando el chico se dirigía al Centenario
El  11 de julio de 1995 se registró en Paysandú durante la disputa de la Copa América un nuevo acto de violencia entre las selecciones de Argentina y   Chile en las afueras del estadio falleciendo un joven argentino.
Nacional y Cerro, jugaban en el Parque Central el 30 de marzo de 1996 un partido que había sido tildado como peligroso, por el entorno. Sin embargo la muerte anduvo rondando hasta cobrar su víctima: Daniel Jaime Tosquellas  Portella, quien al ver cómo hinchas de Cerro intentaban sacarle la bandera a un jovencito acudió en su ayuda, pero el hincha albiceleste extrajo de entre sus ropas un revólver y disparó.
El 12 de enero de 2006 en el encuentro de Nacional y Peñarol se produjo un incidente que quedó impune ya que nadie denunció absolutamente nada. Sin embargo averiguaciones realizadas posteriormente determinaron que en aquel incidente un hincha de Nacional, Víctor Laluz Díaz (de 25 años) recibió un golpe en la cabeza que le provocó la muerte
Tras el partido entre Peñarol y Cerro por el Clausura el 11 de marzo de 2006, un hincha de Cerro que esperaba un ómnibus en Avenida Italia para regresar a su casa con la derrota a cuestas, fue agredido por una horda de hinchas aurinegros. Uno de los iracundos sujetos extrajo de entre su ropas un cuchillo con el que ultimó al hincha albiceleste Héctor Da Cunha de cinco puñaladas.
Relacionando el registro de estos incidentes podemos visualizar que:

AÑO
CANT. MUERTES
CAUSA
LUGAR
1924
una
Disparo
Hotel de los futbolistas
1957
una
Golpe de hinchas
Tribuna
1959
una
Disparo
A la salida del estadio
1963
una
Caída por gresca
Talud del estadio
1992
una
Pisada de caballo policial
En las afueras del estadio
1994
una
Arma blanca
Previo al encuentro
1995
una
gresca
Fuera del estadio
1996
una
Disparo
Fuera del estadio
2006
dos
Golpe en la cabeza
tribuna


Arma blanca
Salida del estadio

Respecto al tema el profesor y periodista Ricardo Piñeyrua dice  que la violencia radica en la sociedad y el futbol no escapa a ella. Pero puede intentar resolver los problemas de violencia en su ámbito,  por ejemplo con  acuerdos con el Ministerio del Interior para que haga cumplir la ley prevista.
También logrando que los jugadores jueguen con cordura, sin piñas ni fuertes patadas, que no exalten a los hinchas, y que los periodistas no hagan culto a los jugadores que golpean sino a los que juegan bien. Que el público no este parado. Que se controle el ingreso y que se identifiquen los  responsables de cada barra y que los dirigentes no los apoyen.
Lamentablemente  los hinchas de los clubes son más contras del rival, que parciales del propio club.
Evitar el ingreso de gente alcoholizada, combatir la venta de drogas dentro de los estadios sería otra de las medidas, además de la concientización de la población.
Consultado e Carlos Costabel actual secretario de la liga de Futbol del Centro de Colonia, vinculado al futbol del interior por más de veinte años opinó:
“Evitar la violencia es muy difícil actualmente ya que nuestra sociedad ha perdido los valores”. De todas formas piensa que identificando a los violentos se podrían tomar medidas como no permitir sus posteriores ingresos, y aplicarles penas ejemplarizantes. La medida podría ser  que aquellas personas que comentan actos violentos y sean individualizados, durante el desarrollo de los espectáculos deportivos deban presentarse y permanecer en una seccional policial.
 Con los avances de la tecnología considera que no sería difícil identificar a los culpables, siempre y cuando los actores como los dirigentes, policía, etc. tengan la voluntad de hacerlo.
Los hechos de violencia repercuten en la sociedad, ya que generalmente la violencia genera más violencia, acarrea desmanes tales como  peleas, corridas, avalanchas que pueden llevar a consecuencias fatales como lamentablemente ya han ocurrido.
También las drogas y el alcohol influyen de manera preponderante debido a que estas  adicciones están cada vez más instaladas en nuestra sociedad, lo que lleva a los individuos a actuar fuera de si, generando violencia.

           Los  hechos  que marcado anteriormente  pueden ser controlables en  la medida en  que los  ciudadanos tomemos conciencia y ayudados con la estructura legal, podamos prevenir esto.
La medida más importante a tomar   es  inculcar  a los niños desde su nacimiento  a actuar en forma controlada,  con respeto hacia las demás personas y por las cosas que nos rodean.  Enseñándoles valores  como compartir, ser tolerantes, aceptar las diferencias, saber que con el esfuerzo y con sacrificio se logran los objetivos.     
Prácticamente   nada se puede lograr sin poner cada uno  su “grano de arena”. Respetar  las demás opiniones y discutir en forma pacífica  para llegar a un acuerdo, son pautas fundaméntales para resolver los conflictos, “que todos los hombres debemos tener muy presente” y deben aplicarse al deporte.
Si esta enseñanza  se cumple los jóvenes  que concurran a escenarios deportivos tendrán respeto por el   otro parcial y no lo provocaran o incitarán al conflicto.
Si hay una buena enseñanza de valores en el hogar (lugar primordial), si las mentes están ocupadas en cosas buenas,  los muchachos  verán dese otro punto de vista el conflicto tratando de evitarlo.
Si se inculcan  formas como: no ser violentos,  no tomar alcohol, puede disminuir la violencia en los escenarios deportivos, ya que esas adicciones incitan al descontrol.
Concientizar a la población, aportando soluciones  a problemas que  desde hace muchos años opacan al deporte uruguayo.
Si bien la realidad social es complicada porque la “familia” se encuentra desvalorizada y esto implica que la enseñanza de valores no se plasma como debería.
Por otra parte, los dirigentes que también deberían tomar conciencia de la importancia de prevenir los hechos de violencia, no han actuado correctamente. Muchas veces financian con traslados y entradas a los provocadores de estos conflictos, las barras bravas, con el fin de contar con su apoyo en el aliento y desarrollo de los partidos, marcando presencia, dando ánimo a los equipos con sus cánticos, banderas y pirotecnia y de esta manera ofrecer un marco de importancia o prevalencia frente al contrario.  
La mayoría de los integrantes de esos grupos, barras bravas, no cuentan con los valores de los que hacia referencia anteriormente, lo que agrava la situación.
El  Estado por su parte recién en el año 2005 responde con la ley 17.951 que indica el accionar  contra los actos de violencia en el deporte con el fin de prevenir, controlar y erradicar la misma.
Esto indica que las voluntades se han puesto de acuerdo, y ha permitido tener un mejor control de los espectáculos.
Como conclusión final se reitera  que el problema radica en la mentalidad de las personas,  debido a  la carencia familiar, la desigualdad social y la falta de compromiso de las autoridades y  gobernantes.
           

LEANDRO COSTABEL – 1ERO. TI

Legalización de la marihuana: Proyecto que no abate el consumo



Cannabis sativa es el nombre científico de la planta que  popularmente se conoce como marihuana, porro, faso, caño, cuete o verde entre otros. Seguramente habrá oído hablar sobre esta droga y más en estos momentos cuando ha salido a luz un proyecto de ley para su legalización.
Este fue presentado por Sebastián Sabini diputado del movimiento de participación popular (MPP), y el dirigente Nicolás Núñez del partido socialista (PS), contempla la legalización de autocultivo para consumo personal y/o fines de investigación científica abocados al área terapéutica  (se entiende como cosecha para consumo personal un máximo de ocho plantas ).
Además la persona que decida practicar el autocultivo deberá solicitar la autorización del Ministerio de Salud Pública (MSP). Quien utilice la droga para hacer productos que generen dependencia tanto psíquica como física será procesado con 20 meses de prisión a 10 de penitenciaría, y lo mismo sucederá con quienes utilicen la droga para su distribución.
El proyecto busca lograr regular la utilización de la marihuana dentro del marco legal, ya que aunque su consumo no está penado en nuestro país su distribución si lo está. Debido a esto los consumidores deben cruzar el límite de lo legal para conseguir la sustancia.
Estimo buena la propuesta del proyecto de ley, pero no puedo pasar por alto que la marihuana, aunque menos dañina que otras, sigue siendo una droga. Lo ideal sería encontrar la forma de erradicarla de la sociedad.
Según el último informe sobre el consumo de drogas de la Organización de Estados Americanos (OEA) realizado en el año 2009, en Uruguay durante el año 2003 un 8,0% de la población estudiantil consumía marihuana, y el año 2009 esta cifra subió al 12,5%.
Esto muestra que en ese lapso hubo un crecimiento de aproximadamente 30% en la cantidad de estudiantes que consumen la droga.
Si siguiera esa tendencia de alza en el consumo, para el año 2015 habría un 20% de población estudiantil consumidora, lo que no es un dato menor.
El informe también mostró que en este país el 23,3% de la población entre 12 y 64 años de edad consume marihuana, concentrándose el mayor consumo en la franja etaria que va entre los 18 a los 34 años (11,1%) este grupo tiene la particularidad de congregar a las generaciones futuras que serán el ejemplo de las nuevas, dato que no se debería pasar por alto. Durante el correr de noviembre pasado (sábado 13, al viernes 20 de noviembre), el canal 4 de Montevideo, llevó a cabo una encuesta a nivel nacional sobre la legalización de la marihuana para el uso personal, arrojando como nuevo resultado un aparente crecimiento de la opinión pública a favor de la aceptación del autocultivo de la marihuana con respecto a encuestas de años anteriores.
El resultado fue: Si (a favor) 46%, No (en contra) 54%. Se desconoce en base a cuantos sujetos fue realizada la encuesta, pero si bien, se trata del canal con mayor audiencia televisiva del Uruguay, y esto, en teoría indica alta participación activa de la población, aunque hay que aclarar que era una encuesta en la que participaba quien podía y quería pagar el monto de cinco pesos uruguayos (por el único SMS permitido por cada número telefónico).
Teniendo en cuenta este detalle y que hubo gente que nunca supo de esta encuesta, me pregunto cuánto de verdad tendrá, y cuando se realizará una investigación seria sobre un tema que concierne a toda la sociedad.
De todos modos y aceptando los pro y contra de dicha encuesta podemos ver que hay una clara dicotomía acerca de este tema en la sociedad, prácticamente un 50% a favor y en contra.
La sustancia es originaria del centro y sur del continente asiático, se obtiene al procesar y picar el tallo, las hojas y la flor de la planta de cannabis. A pesar de que se tiene registro de su utilización a partir del siglo III A.c. su uso era restringido a ceremonias religiosas y también se la utilizaba como hojas para escribir debido a su textura flexible.
Algunos activistas a favor de la legalización de su consumo exponen como argumento que esta planta posee propiedades medicinales. Esto es un total malentendido. La realidad es que en algunos países su uso médico es permitido en escasas ocasiones bajo circunstancias muy especiales, y como si fuera poco la marihuana medicinal es sintética y procesada para que cause el efecto deseado en el paciente.
La planta de marihuana está compuesta por cannabinoides, CBG, CBD, CDB y THC entre otros, el último es el que existe en más cantidad y el más psicoactivo. El consumo continuo de estos compuestos químicos produce a nivel psicológico: adicción, paranoia, pérdida de concentración y memoria, apatía, depresión y amotivación.
A nivel físico produce fatiga, pérdida de coordinación motora (movimientos más torpes y lentos) y pérdida de peso, también puede provocar cáncer en pulmones y vías respiratorias y por último provoca impotencia sexual tanto en hombres como en mujeres.
Teniendo en cuenta todos los datos estadísticos es fácil darse cuenta que el consumo de la marihuana ha aumentado considerablemente en los últimos años y con ello su aparente “aceptación”. Este nuevo proyecto de ley es acorde a esta nueva realidad nacional y además combate todo lo que es el narcotráfico de la sustancia, pero sólo eso, es decir que no combate su consumo, es más lo promueve.
Para erradicarlo el estado debería tirar atrás este nuevo proyecto y aplicar políticas más duras tanto a la tenencia y la distribución de la droga para luego estatizar y monopolizar su producción, ofertándola en el mercado a precios elevados, el efecto de esta medida sería la reducción drástica en el consumo y por otra parte el que decida seguir consumiendo dejará dinero al estado.