Sigue
siendo increíble y lamentable las dificultades y las diferencias de apoyo que
existen entre los diversos deportistas que aspiran a participar de los juegos
olímpicos. No solo por el esfuerzo que requiere prepararse para la competencia
sino que la mayor dificultad que sufren los deportistas es la falta de apoyo
por parte de empresas privadas y fundamentalmente del estado.
Por
un lado tenemos el caso de Deborah Rodríguez, la corredora de 19 años que
representa a Uruguay en los 400
metros vallas.
La
joven oriunda de Montevideo tiene un régimen de trabajo bastante difícil y
complicado, ella además de entrenar diariamente es estudiante por lo que se
dificulta aun mas, por lo tanto su día arranca muy temprano en la mañana yendo
a estudiar y finaliza su día entrenando muy duro preparándose para las
competencias.
Con
respecto al apoyo que recibe está en su preparación, afortunadamente tiene la
posibilidad de contar con varios patrocinadores que la han apoyado en el
transcurso de su carrera, como por ejemplo Niké quien la provee de indumentaria
deportiva. Otros patrocinadores como Gramón-Bagó, Ratisalil, la universidad
Claeh entre otros hacen posible que
Deborah luche por ese sueño olímpico.
Por
otro lado tenemos el caso de Rodolfo Collazo, remero de 29 años, procedente de
Colonia, quien nos representa en doble par ligero.
Rodolfo
al igual que Deborah lleva una vida muy sacrificada. Entrena en doble horario,
por la mañana bien temprano, luego dependiendo de su trabajo y el de su
compañero de equipo se largan al agua caída la tarde.
Con
respecto al apoyo, Rodolfo no tiene la suerte que tiene la joven corredora.
En este caso ellos no cuentan con el
apoyo de ningún sponsor privado. En el caso del remero la Intendencia de Colonia
brinda su apoyo siempre que hay una competencia o cuando hay que comprar
material, pero el resto corre por cuenta propia, es todo muy sacrificado.
Como
estos podemos encontrar otros ejemplos en los que los atletas llevan una vida
muy sacrificada, con el objetivo de cumplir su sueño olímpico.
Un
denominador común es el poco apoyo que reciben los deportistas por parte del
gobierno, si bien reciben un resarcimiento, este no es suficiente ya que los
costos de preparación son muy elevados, por lo tanto es un tema que está en el
debe y que se debe resolver lo antes posible, si se quiere fomentar el deporte
a nivel amateur.
En
conclusión la vida de estos deportistas es muy dura y sacrificada, por ende
creo que la sociedad debería entrar en razón y apoyar a estos atletas que tanto
se esfuerzan por representar de buena forma al país.
Martín Ortiz