martes, 2 de octubre de 2012

La dura batalla olímpica


            Sigue siendo increíble y lamentable las dificultades y las diferencias de apoyo que existen entre los diversos deportistas que aspiran a participar de los juegos olímpicos. No solo por el esfuerzo que requiere prepararse para la competencia sino que la mayor dificultad que sufren los deportistas es la falta de apoyo por parte de empresas privadas y fundamentalmente del estado.
            Por un lado tenemos el caso de Deborah Rodríguez, la corredora de 19 años que representa a Uruguay en los 400 metros vallas.
            La joven oriunda de Montevideo tiene un régimen de trabajo bastante difícil y complicado, ella además de entrenar diariamente es estudiante por lo que se dificulta aun mas, por lo tanto su día arranca muy temprano en la mañana yendo a estudiar y finaliza su día entrenando muy duro preparándose para las competencias.
            Con respecto al apoyo que recibe está en su preparación, afortunadamente tiene la posibilidad de contar con varios patrocinadores que la han apoyado en el transcurso de su carrera, como por ejemplo Niké quien la provee de indumentaria deportiva. Otros patrocinadores como Gramón-Bagó, Ratisalil, la universidad Claeh entre otros  hacen posible que Deborah luche por ese sueño olímpico.
            Por otro lado tenemos el caso de Rodolfo Collazo, remero de 29 años, procedente de Colonia, quien nos representa en doble par ligero.
            Rodolfo al igual que Deborah lleva una vida muy sacrificada. Entrena en doble horario, por la mañana bien temprano, luego dependiendo de su trabajo y el de su compañero de equipo se largan al agua caída la tarde.
            Con respecto al apoyo, Rodolfo no tiene la suerte que tiene la joven corredora.
En este caso ellos no cuentan con el apoyo de ningún sponsor privado. En el caso del remero la Intendencia de Colonia brinda su apoyo siempre que hay una competencia o cuando hay que comprar material, pero el resto corre por cuenta propia, es todo muy sacrificado.
            Como estos podemos encontrar otros ejemplos en los que los atletas llevan una vida muy sacrificada, con el objetivo de cumplir su sueño olímpico.
            Un denominador común es el poco apoyo que reciben los deportistas por parte del gobierno, si bien reciben un resarcimiento, este no es suficiente ya que los costos de preparación son muy elevados, por lo tanto es un tema que está en el debe y que se debe resolver lo antes posible, si se quiere fomentar el deporte a nivel amateur.  
            En conclusión la vida de estos deportistas es muy dura y sacrificada, por ende creo que la sociedad debería entrar en razón y apoyar a estos atletas que tanto se esfuerzan por representar de buena forma al país.

Martín Ortiz

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