miércoles, 9 de mayo de 2012

Opinión - Gabriela Bachini


¿Sólo vegetales?

         Con el fin de “desintoxicar” al organismo, física y mentalmente, miles de personas en la actualidad han decidido mantener una dieta vegetariana, con la cual, se puede lograr un equilibrio emocional y nutritivo muy gratificante.
    El vegetarianismo consiste en una elección dietética voluntaria y autoimpuesta. Vegetariano es aquel individuo que se abstiene de comer animales (“carne” o sea, el cuerpo de cualquier animal, ya sean vacas, peces, ovejas, cerdos, mariscos, aves, etc.).
     Se pueden identificar distintos tipos de vegetarianos, cómo por ejemplo, quienes consumen productos de origen animal como los huevos son llamados “ovo–vegetarianos”, quienes consumen miel, “api–vegetarianos”, y quienes consumen productos lácteos son “lacto–vegetarianos” (típicamente quienes siguen filosofías de la India), pudiendo existir combinaciones (por ejemplo “api–ovo- lacto–vegetarianismo”).
     Existen diversos motivos por los cuales se promueve el llevar a cabo una dieta vegetariana, entre ellos se destacan, el deseo por respetar los derechos de los animales, ser consciente de la relación entre el matadero y la carne que llega a la mesa, razones religiosas,  consideraciones de salud, así como también, una fuerte preocupación por el medio ambiente.
        Lo cierto es que, sea cual sea, el tipo de vegetarianismo que se practique, este conforma un sistema alimenticio que engloba una actitud y un estilo de vida. Cabe destacar que no se trata de una dieta de adelgazamiento, ni es un sistema aplicable sólo a determinadas personas, así como tampoco es sectario ni religioso, aunque algunas religiones lo predican.
        Los vegetarianos explican y argumentan que se trata simplemente de una forma de comer plenamente válida, regida bajo ciertos principios nutricionales, a partir de una elección sensata, prudente y meditada. Un sistema que siguen con éxito millones de personas en el mundo entero, basándose en ciertas creencias y/o razones personales.
        A lo largo de la historia han sido varios los personajes famosos que adoptaron el seguimiento de este sistema alimenticio, entre ellos por ejemplo, el científico Albert Einstein aseguró que “Nuestra tarea debe ser liberarnos a nosotros mismos… ampliando nuestro círculo de compasión abrazando a todas las criaturas y al total de la naturaleza y su belleza… Nada beneficiará la salud humana ni incrementará nuestra oportunidad de sobrevivir a la vida en la tierra más que la evolución hacia una dieta vegetariana.”
       Otra figura de gran reconocimiento mundial que participa en la militancia por los derechos de los animales y en seguir una dieta vegetariana es el cantante Paul McCartney, quien es vegetariano por decisiones éticas y ecológicas. El ex-Beatle desató la polémica acerca de este tema durante su presentación aquí en Uruguay el pasado 15 de Abril, ya que exigió que el catering para todo el personal técnico fuera vegetariano.
        Existen muchos otros ejemplos de famosos los cuales promueven este tipo de alimentación y todos hacen hincapié en una característica fundamental: poder vivir y estar sano sin comer animales.
     Sin dudas que llevar a cabo este tipo de práctica alimenticia no es una tarea del todo sencilla. Los vegetarianos enfrentan algunos obstáculos en su día a día, siendo el mayor de todos ellos, el obstáculo social.
      León Tolstói, famoso escritor ruso y vegetariano estricto, supo enfrentarse a estas  presiones sociales en una Rusia zarista, en donde  renunciar a la carne para un aristócrata era casi impensable. 
     Claramente siempre existió y existirá una presión social compleja debido a la cultura en la cual se vive, en donde el consumo de animales para distintos usos cotidianos de la vida, está ligado fuertemente a casi todas las personas.
       Los que eligen el camino del no uso de animales en su vida, también se encuentran con quienes refutan y tiene opiniones en contra del vegetarianismo, las cuales, también se hacen sonar fuertemente.
      Los detractores de esta práctica alimenticia argumentan principalmente que, una dieta vegetariana muy estricta, dependiendo del perfil de salud de la persona, puede generar una deficiencia de hierro en la sangre, pudiendo provocar retrasos en el desarrollo psicomotor. También afirman que una deficiencia de vitamina B12 puede ocasionar anemia, y de vitamina D raquitismo.
       Si bien cualquier tipo de dieta debe ser objeto de reflexiones serias, planificación, y contar con la asistencia de un nutricionista, parecería ser que, para seguir este tipo de régimen alimenticio lo más importante es contar con convicciones personales claras, tener la fuerza necesaria para cambiar un hábito de vida y generar consciencia humana pese a las costumbres culturales. 
       La clave radicaría en tener un objetivo conciso y sentirse bien con uno mismo. George Bernard Shaw se volvió vegetariano a los 25 años, una vez le preguntaron que hacía para volverse tan juvenil y él respondió: «Yo aparento la edad que tengo, son los otros que se ven más viejos, pero ¿qué se puede esperar de gente que se alimenta de cadáveres?».




Gabriela Bachini

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