¿Es ingrato el puesto de arquero en el fútbol?
En el fútbol
el puesto de arquero es ingrato, detrás de el solo esta la red del arco, la
misma establece el éxito o el fracaso en un partido o torneo, tiene un nivel de
complejidad y responsabilidad muy importante, ya que puede modificar la
realidad de cada encuentro mediante el acierto o el error.
Para
establecer la dificultad de la posición, solo nos tenemos que remitir a la función
que tiene el mismo que es impedir que el contrario marque un gol.
En el
momento de evitar acciones de otro jugador de campo podemos especificar que la
finalidad del guardameta es condicionada por el mismo ritmo de juego y permite
que no necesariamente sea evaluada correctamente por la calidad del portero
sino por el resultado del juego.
La
ingratitud en el fútbol es cruel, debido a que hoy te pueden condecorar con
elogios refiriéndose a que sos el mejor y mañana capaz que el mismo jugador es insultado
por una persona que paga la entrada para verlo.
Adivine
que, un claro ejemplo de la realidad aludida es el puesto de el golero, no
importa si en la semana entreno de una forma espectacular, solo falta que pase
un hecho de responsabilidad en la absorción de un gol que ya se le puede
denominar como el villano del espectáculo.
En
dialogo con el periodista e historiador deportivo Alfredo Etchandy, nos
expresaba que hay factores como la ubicación en la valla, la retención del
balón y la voz de mando con respecto a los compañeros que pueden modificar y
condicionar a favor o en contra la ingratitud del puesto en el momento de
ejercerlo.
También
para justificar de forma simple lo expuesto, se puede establecer una
comparación entre el puesto de arquero con las demás posiciones, este balance
nos da como resultado que la equivocación del guardameta son malas noticias
para el equipo, en cambio, el error de los jugadores de cancha pueden que sus
equivocaciones tal vez no tengan consecuencias negativas relevantes.
Aunque
genere confusión es ingrato hablar de un puesto ingrato, pero mientras todos corren
y uno se equivoca, está el compañero que lo salva cubriendo su puesto. Pero el
arquero es el único que espera, parado, mirando todo desde atrás y, con la
única ventaja de usar sus manos.
Aunque
usted no lo crea también el puesto a evolucionado con respecto al paso del
tiempo, por ejemplo antes los goleros no hacían los saques de meta sino que los
realizaban solo los zagueros.
El
ejemplo aludido permite asimismo decir argumentadamente que cada vez el puesto
es más ingrato, debido a que en cada momento el margen de cometer fallas es más
grande, y de cometerlo el mencionado condicione de forma negativa al conjunto
que defienda.
En el
momento en que el guardameta recibe el castigo de ser criticado de una forma
dura, es cuando pienso que la jerarquía y el poder de reacción permite ver si
ese arquero es bueno o no.
Para
finalizar, se puede visualizar como el escritor Eduardo Galeano sintetiza y
expresa parte de la opinión brindada desde la literatura a través de los
siguientes versos: Él
no hace goles. Está allí para impedir que se hagan. El gol, fiesta del fútbol:
el goleador hace alegrías y el guardameta, el aguafiestas, las deshace.
Matias Romero
Sugerencia de foto: GettyImages.com
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