viernes, 4 de mayo de 2012

Opinión - Martín Aguilera


La influencia de los adultos
en la educación de los niños

¿La sociedad está brindando el ambiente necesario para que los niños crezcan y se conviertan en ciudadanos productivos para el país? En mi opinión, la respuesta es no.
            Los adultos son los encargados de instruir al niño en sus primeros años de vida. Los padres son los primeros maestros, quienes comparten la gran mayoría del tiempo con ellos. Deben enseñarle a convivir, a comportarse en el día a día, a aprender modales y muchas otras cosas.Pero no son los únicos responsables de la enseñanza, también están las niñeras, las maestras, los abuelos y todo adulto que mantenga contacto habitualmente con él.
          Un niño rodeado de adultos abocados a enseñarlo a través del respeto y el cariño que merece, probablemente será una persona educada, que a su vez tratará de seguir el ejemplo de sus educadores, tratando de que sus hijos se formen y lleguen a ser personas bondadosas.
Por el contrario, un niño que crece rodeado de violencia y en un ambiente no adecuado, muy probablemente será un adulto poco exitoso y con problemas para relacionarse con sus pares.
Claro está que las excepciones existen y que ambos casos pueden revertirse, es decir que, no necesariamente por nacer en un ambiente no adecuado el niño crecerá y no tendrá éxito o tenga problemas para relacionarse.
Lo mismo sucede con el otro caso, que el niño crezca en un ambiente adecuado, rodeado de personas mayores, no garantiza que sea un adulto bondadoso.
Imagine una situación cotidiana. Un país que no está pasando por un buen momento económico, donde la gran mayoría de las personas se ven afectadas por el problema.
Es probable que los vínculos sociales comiencen a verse afectados y que esto repercuta de manera negativa en todos los ciudadanos, sobre todo en los niños, quienes ven y perciben situaciones incómodas, no sólo dentro de su hogar a través de su padre y madre, sino que también en el ambiente que este se maneja, es decir, la escuela, las casas de sus amigos y muchos otros lugares que frecuente.
Esta situación llevará a que el niño no se sienta con la contención que realmente requiere y muy probablemente afecte su comportamiento. Lo mismo sucede en muchas otras ocasiones, los niños captan y aprenden de todo lo que ven, es natural.
 Por esto, retomo la idea de que la sociedad no es la más adecuada para el crecimiento de estos, pero está claro que mediante una buena educación brindada por sus progenitores y por quienes comparten más tiempo con este, se podrá formar ciudadanos que ayuden a progresar al país y sean capaces de seguir educando a sus sucesores de la mejor manera posible.
Esto no significa que sea fácil, nuestro entorno influye muchísimo, las personas no cuidan ni miden sus actos pensando en que un niño puede imitarlos o tomarlos de ejemplo.


Martin Aguilera.

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