miércoles, 17 de octubre de 2012

Reseña de: “El Prófugo”


Alfonso Larrea  nació en Montevideo en  1980 (radicado desde su infancia en Punta del este).

Es escritor y licenciado en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Católica. Suele también colaborar como caricaturista en ciertas ocasiones.
Este joven escritor ha desarrollado grandes trabajos literarios que han sido muy reconocidos, como la novela que a continuación presentaremos, “El Prófugo”. Esta fue merecedora de menciones en el Premio Nacional de Narrativa “Narradores de la Banda Oriental” en 2008.

De esta novela “El Prófugo” podemos decir entonces que Larrea se mueve en toda la trama por dos escenarios diferentes para contrastar situaciones que al final de la narración se entrecruzan para dejar un cierre definido, pero que en definitiva apela de todos modos a la interpretación del lector haciéndolo partícipe de su desenlace.

Estos dos relatos son, como el título así lo menciona, “El Prófugo”  mirado como un narrador externo, y “La Máscara de Madera” contado como narrador interno. A través de estos viaja durante la obra para al final de los últimos capítulos entrelazarlos como antes mencionábamos.

Metiéndonos en la historia aparece este personaje profundo, misterioso, silencioso, extraño, ese hombre de sombrero y anteojos de sol, con una profunda y pronunciada cicatriz en la cara que viene a sembrar el caos en un pueblo olvidado e innominado para la capital,  Montevideo. El forastero procura vivir allí en la casa que alquiló el segundo día después de su desafortunada llegada al pueblo. Es escritor según dice, y se dedicará a ello.
Para que quizá el pueblo se exprese y salga a “la luz” era necesaria la llegada de este elemento extraño.

Como opinión personal, puedo señalar que es una obra profunda, bien contada desde los dos aspectos, mostrando característica de la comunicación entre los pueblerinos y sus medios.
En otras palabras es una obra muy buena que te atrapa y causa intriga, viendo  cuando estas historias diferentes, pero paralelas, se harán semejantes.

Se las recomiendo.

Mathias Acosta 

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