Dirigida
a un público adulto por su contenido verbal y cultural, la novela Las cartas que no llegaron de Mauricio
Rosencof apunta a la reflexión personal sobre hechos que conmocionaron a
nuestra sociedad.
Novela
dividida en tres capítulos que narran de manera personal una historia de vida
conmovedora y real que se dio de forma repetida en dos generaciones de una
misma familia polaca, que tras años de lucha se exilió en Uruguay para
reconstruir sus vidas.
Allá, en la Europa del 30´, donde la comunidad judía vio cómo
seres ajenos se apoderaban de su libertad y sus vidas transformándolos en
objetos de abusos; y acá, en el Uruguay del 70´donde bajo una dictadura de
estado personas inocentes fueron obligadas a hacer silencio eterno, padre e
hijo se vieron sometidos ante un mismo destino.
Rosencof
utiliza un lenguaje coloquial ajustado a cada momento de la novela. Con
testimonio de un niño, un joven y un hombre,
son las formas en las que el autor encuentra el lugar exacto para poder
contar de varias formas los hechos
estremecedores que le permitirán al lector enriquecerse de instantes
especiales, cargados de distintas sensaciones que conmueven cada parte del
cuerpo.
El
lector apresurado que le da poca profundización al contenido para poder llegar
al final, en esta novela no se verá favorecido, ya que el final no lo
encontrará. Todo individuo que haya sido perturbado por cada letra que compone
esta novela es capaz de crear un propio final.
Los
lazos que se crean entre cada lector y el libro en el momento de la lectura, en
algún punto, se igualan a los lazos que se crean entre el <<Viejo>> y el protagonista del capítulo final <<Días
sin tiempo>>,
permitiendo transportar la imaginación a cada lugar físico que se marca,
creyendo estar viviendo en carne propia en cada situación.
Cecilia Suárez
No hay comentarios:
Publicar un comentario